Natalia y Borja son el ejemplo perfecto de que la lluvia nunca estropea una boda. Lo importante son las sonrisas y como podréis ver en las fotos ellos y su familia y amigos no dejaron de hacerlo en todo el día, sobre todo sus primos, empujando la furgo al mas puro estilo Pequeña Miss Sunshine (nos reímos un montón).

Así es como tiene que ser una boda, ¡una verdadera fiesta!

Restaurante: Bodega Katxina
Vestido novia: Ammiu Costura Creativa
Flores: Flowers&Co.