Puedo empezar contándoos que lloré a mares detrás de la cámara este día por que pasaron muchas cosas bonitas… pero mejor si empiezo desde el principio.
Cuando llegué, estaban colocados el original arco de la ceremonia y las sillas y dos señores (mas majos que las pesetas) preparaban el “burduntzi” (que ese día aprendí que en la zona de Cris le llaman Zikiro). También estaba por allí el ramo de Cris, hecho con trigo de la tierra de su familia, para llevar cerca sus raíces. Como veis, esta no es la típica boda.

Cris y Patxi son una pareja… es que va a sonar a tópico, pero es que son una parejaza. Cris es super cercana, risueña y muy positiva y Patxi, jo, Patxi es de esas personas que hablan con la mirada, y mas goxoa…

Oficiaron la boda entre un par de amigos, haciendo un teatrillo de lo mas divertido. También hubo tiempo para cantar el “txuri urdin maitea” y como os decía en la primera frase, también hubo lugar para las lagrimas. Esas lagrimas de alegría, de emoción, sobre todo al ver como Mikel (el txiki de la casa) se emocionaba con la ceremonia.

Una vez terminada la ceremonia, solo hubo una norma que seguir FIESTA! y todos super obedientes, a brindar, a saltar y a bailar! Que si algo es una boda es eso.. celebrar que estamos vivos!

Vestido Cris & traje Patxi: Migdala

Decoración florar: El taller de los detalles

Moviliario y vajilla: Mesa Presidencial

Música: Nemux

Lugar: Olentzo