Llegaron a mi oficina contándome que acababan de acoger un gato y yo, que soy tan amiga de los gatetes no pude mas que alegrarme. Meses después estaba retratandolo en su casa, en casa de Alazne y Alazne. Que ya es casualidad (o no) que se llamen igual. Algo hay ahí que hace que la cosa tenga su gracia. Tienen la casa llena de cosas con historia y eso es otra cosa que me encanta, yo soy también amante de esos objetos que aparentemente son comunes pero para ti significan mucho.
Celebraron su amor en intimidad, con sus personas mas cercanas, por que cuando lo importante es tan grande, no hace falta bombo y platillo. A la vista esta que estas chicas se quieren un montón. Cualquiera que tenga un poquito de corazón podrá ver como se miran, y a veces eso es suficiente.
Zorionak bikote!